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Advertencia: la información aquí expuesta tiene carácter general y en ningún caso constituye un diagnóstico. Evita autodiagnosticarte por mucho que tu caso se asemeje. Además, el uso de etiquetas diagnósticas ha demostrado tener pros y contras. Por un lado pueden ser útiles especialmente para obtener tratamiento y comprensión. Por otro, pueden ser contraproducentes, pudiendo generar en la persona malestar, estigma social, sentimiento de verse reducida a su diagnóstico, etc. La evaluación de una dificultad psicológica conlleva una exploración exhaustiva.
La AMAXOFOBIA es el miedo intenso e irracional a conducir un vehículo, o incluso a ir como ocupante del mismo.
Es considerada una fobia específica situacional, es decir, que se produce en un contexto determinado: la conducción.
Puede ser generalizada o específica a situaciones concretas (por ejemplo: miedo solo a conducir en autopistas o autovías, miedo solo a conducir con lluvia... etc).
Componentes de la amaxofobia:
-Miedo al propio miedo (no queremos pasarlo mal ni sufrir y tememos a nuestras propias reacciones físicas)
-Relacionado con los otros (evitamos molestar en carretera, que nos piten, formar un atasco, que piensen mal de nosotros...)
-Relacionado con tener un accidente.
La amaxofobia puede desencadenarse a raíz de un accidente de tráfico o una situación peligrosa en carretera, aunque no necesariamente. Puede deberse a falta de confianza en las propias habilidades de conducción, generalmente asociada a falta de práctica o experiencia al volante. También puede tratarse de una manifestación específica de la ansiedad generalizada, donde es frecuente la creencia de que algo malo va a suceder en cualquier momento.